El Mejor Regalo de Fin de Año

Las cosas no suceden cuando uno las desea, sino cuando Dios así lo decide.

Bienvenid@s!! Mi nombre es Jacqueline y tengo 29 años, estoy casada con Héctor mi mejor amigo desde hace unos 9 años y esposos desde hace 2 años y medio. Éste mismo tiempo es el que tenemos radicados en Panamá, nos casamos en 2015 y 10 días después aquí nos encontrábamos; iniciando no sólo la aventura del matrimonio sino de ser inmigrantes, pero ese seguramente será un tema de algún otro post.

Hace exactamente un año dejé de usar métodos anticonceptivos y, como todos en esa etapa decimos, a hacer la "tareita" para concebir el fruto de nuestro amor. Lo que nunca imaginamos fue todo el tiempo que nos llevaría y el trago amargo que pasamos.

Afortunadamente, y por obra de Dios, porque estoy segura de que así fue, "habemus bebus"; ahora mismo tenemos 3 meses exactos y ya podemos compartir con todos quienes nos quieren lo FELICES que estamos por este hermoso y deseado bebé que ahora llevo en mi vientre.

Nuestro 2017

Nuestro 2017, comenzó con la felicidad de tener aún en casa a casi toda la familia; y digo "casi" porque como nosotros decimos estamos regados por el mundo. Nosotros (Héctor y yo) vivimos en Panamá, para inicios del año que pasó mis papás vivían en Venezuela pero soy de padres separados y ahora mi mama reside en Miami con uno de mis hermanos. Mis suegros y la menor de mis cuñadas también viven en Venezuela mientras que mi otra cuñada con su esposo son residentes de República Dominicana. Así pues, estamos esparcidos pero nunca ausentes.

Luego de la alegría que dejó la visita de todos, menos mi papá y mis dos hermanos, en casa seguimos echándole ganas al trabajo y a los proyectos, confiados en que el año que comenzaba nos traería cosas emocionantes y buenas.. Ya saben, la euforia por el nuevo año y esas promesas que deseamos cumplirnos a nosotros mismos y a los demás. Para esas fechas ya la familia sabía que nos habíamos iniciado en el proceso de búsqueda de bebés y creo que ellos estaban mucho más felices que nosotros, con tan sólo haberles dicho que buscaríamos, ya muchas lágrimas de alegría habían brotado de sus ojos.

Como buenos extranjeros, nos acostumbramos a trabajar más de lo normal desde que llegamos y a Dios gracias, ambos conseguimos buenos puestos de trabajo en lo que mejor sabemos hacer. Héctor es vendedor de ferretería y yo fui recepcionista en un Clínica hasta agosto de 2017. Durante todo ese tiempo hubo mucho altos y bajos, no sólo a nivel personal y de pareja, sino en lo laboral también, tuvimos meses de mucho estrés y muchas discusiones.

Por mi parte tuve que dejar la clínica por trámites migratorios (acá lograr la legalidad es un camino largo y un tanto engorroso, al ser un país pequeño y relativamente nuevo recibiendo este masivo éxodo de extranjeros, por su puesto se hace cuesta arriba). Nos vimos en una situación económica compleja, ya que por el momento sólo contábamos con lo que generaba mi esposo, pero habíamos estado mas complicados anteriormente y sabíamos que de ésa saldríamos.

Corrían los meses de Septiembre y Octubre y las cosas comenzaban a tomar su curso, mi trámite migratorio estaba en marcha y decidimos iniciar un nuevo proyecto. A nivel administrativo, tuvimos muchos choques ya que soy muy estricta con estos temas y Héctor es mucho más relajado. Sinceramente, no quería ser parte de ese proyecto pero mi esposo me necesitaba y ahí estaría yo contra viento y marea. Ya estábamos por cumplir un año de estar buscando y aún nada, así que decidí y además ya me tocaba, asistir con un Ginecólogo para confirmar que todo marchara bien.

La verdad, fue la visita al médico más decepcionante de todas, en mi familia materna hay 3 médicos y no por nada han sido los mejores en sus diferentes especialidades, así que conozco un poco del tema. En Venezuela me traté con 2 Ginecólogos, el primero lo dejé de visitar porque su trato era muy impersonal y a la segunda no la deje.. nos separó la distancia (diera cualquier cosa por traerla a ella y a quien me corta el cabello, con ellas ha sido como amor a primera vista). El tema está en que cuando me vi con esta nueva doctora, desde el principio su trato fue muy tosco y frío, pero intenté darle una oportunidad y le estuve comentando que desde hacía unos 10 meses con mi esposo habíamos estado intentando quedar embarazados pero aún no había sido posible, ella sin reparar en sus palabras lanzó la bomba "tienes 29 años y 10 meses sin cuidarte, esas son altas probabilidades de ser infértil".

Mucho más joven, tuve ovarios poliquísticos y ambos doctores en Venezuela me dieron tratamiento para eso, de hecho, al llegar a Panamá ellos ya no existían en mi cuerpo. Y tanto ellos como la nueva ginecóloga, me aclararon que no era impedimento para gestar. Ese día llegué a mi casa muy triste, mi esposo y yo lloramos, nos hacía mucha ilusión poder ser padres, nos encantan los niños; pero decidimos que haríamos las analíticas que nos había mandado la doctora e iríamos con una segunda opinión. Quien en nuestra familia supieron todo el cuento, coincidieron en algo y me decían, "Beba, tranquila. Tu cuerpo está muy lleno de hormonas y debe depurarse. Dale tiempo, no te dejes llevar por el primer diagnóstico y ve con alguien más". Por cosas de tiempo, plata y la mano de Dios, esos exámenes nunca pudimos hacerlos.

12 de Noviembre, celebramos mi cumpleaños 29 entre familia y amigos, (Héctor tiene un tío acá que vive con su esposa y sus dos niñas, desde agosto); 9 días después noto la ausencia de una visita que, como dice mi abuela, las solteras esperan con ansias y las casadas pedimos que no llegue. El 21 de Noviembre (nunca olvidaré ese día), hablo con mi esposo y le comento que me haré una prueba casera porque de ser negativo es posible que algo no esté bien y deba pedir que me receten algún medicamento para que el ciclo menstrual continúe.

Y sí, ya sabrán cuál fue nuestra gran sorpresa. ESTÁBAMOS EMBARAZADOS, que felicidaaaaad, no lo podíamos creer!!! Ese mismo día en la tarde, fuimos por un análisis de sangre y al abrirlo y ver que era positivo, nuestras lágrimas de felicidad fueron las más bellas del mundo. Fue un momento mágico para los dos.

Ya eramos 3 y llegaba el momento de compartirlo con la familia y algunos amigos cercanos, la cosa es que no sabíamos cómo hacerlo. Pero fue tan original y divertido, que lo contaré en otro post junto con las reacciones de los amigos que apenas se están enterando ahora, luego de 3 meses.

Henos aquí, los recién estrenados padres Rolo León, con mucha incertidumbre, emoción, dudas, pero llenos de amor para darle a este nuevo integrante. Si como nosotros estás iniciándote en esta etapa, te invito a que te quedes para que vivamos la experiencia completa juntos, y nos compartas cómo te sientes con cada cambio en tu vida.

Nos leemos en el próximo post!!

Con cariño, Jacquie.